Las devastadoras inundaciones que azotan el sur de Brasil han dejado un saldo trágico, con al menos 67 personas fallecidas y 101 desaparecidas. El estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, es el más afectado por las intensas lluvias que comenzaron a principios de semana. Esta catástrofe es considerada el peor desastre natural en la historia de la región.
Impacto humano y material:
Las inundaciones han provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas. Más de 80 mil habitantes han abandonado sus hogares, buscando refugio con familiares, amigos o en albergues públicos. En Rio Grande do Sul, con una población de once millones, más de 420 mil viviendas permanecen sin electricidad y 115 municipios carecen de servicios de telefonía e internet. Las vías de comunicación también se han visto severamente afectadas, con 61 carreteras bloqueadas total o parcialmente.
Porto Alegre bajo el agua:
La capital del estado, Porto Alegre, enfrenta una situación crítica. El río Guaíba ha alcanzado su nivel más alto registrado en la historia, inundando el centro histórico de la ciudad. El aeropuerto internacional permanece cerrado debido a la inundación de las pistas de despegue y aterrizaje.
Respuesta del gobierno:
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva visitó la región afectada el jueves y regresará este domingo para evaluar la respuesta a la emergencia. El gobierno federal ha desplegado a un millar de militares para apoyar al Ejecutivo regional en las tareas de rescate y asistencia.
Perspectivas preocupantes:
A pesar de la disminución de las lluvias durante el fin de semana, las autoridades advierten que las inundaciones podrían continuar durante varios días. El sur de Brasil ha experimentado una serie de eventos climáticos extremos en el último año, asociados al fenómeno de El Niño, que provoca un aumento de las precipitaciones en la región.
