Inundaciones devastadoras dejan decenas de muertos y miles de desplazados en Rio Grande do Sul

El estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, se encuentra en estado de emergencia tras las devastadoras inundaciones que han cobrado la vida de al menos 95 personas y han dejado a miles sin hogar. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para evacuar a las personas atrapadas y brindar asistencia a los damnificados, quienes enfrentan una situación crítica con escasez de alimentos, agua potable y suministros básicos.

Las imágenes son desoladoras: familias enteras caminan con sus pertenencias a cuestas, buscando refugio y comida. En las afueras de Eldorado do Sul, a pocos kilómetros de la capital Porto Alegre, decenas de personas duermen al borde de la carretera, desesperadas por la falta de ayuda. «Llevamos tres días sin comer», relata un joven llamado Ricardo Junior, quien perdió contacto con su familia durante la tragedia.

Las inundaciones, provocadas por las fuertes lluvias, han dificultado las labores de rescate. Pequeñas embarcaciones y helicópteros recorren las zonas afectadas en busca de sobrevivientes, mientras que miles de personas esperan ser evacuadas de sus hogares inundados. 

La magnitud del desastre es abrumadora: 131 personas siguen desaparecidas, 155.000 han perdido sus hogares y más de 1.4 millones se han visto afectadas por la falta de servicios básicos como agua y electricidad. La capital, Porto Alegre, se encuentra prácticamente paralizada, con calles inundadas, supermercados con estanterías vacías y gasolineras cerradas. 

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha prometido ayuda federal para el estado y ha reconocido que la magnitud de los daños aún no se puede determinar con precisión. Esta tragedia se considera el peor desastre climático en la historia de Rio Grande do Sul, dejando una profunda huella de dolor y destrucción.