Con los resultados electorales que fortalecieron su gestión, el presidente Javier Milei intenta mostrar una nueva etapa enfocada en acuerdos y diálogo, aunque en paralelo decidió cerrar definitivamente su vínculo político con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
En estos días, el mandatario viene modulando su discurso: tras haber calificado a legisladores y gobernadores opositores como “degenerados fiscales”, ahora se presenta como dispuesto a tejer alianzas con quienes acompañen su programa económico.
Giro hacia el pragmatismo político
El propio 26 de octubre, en el búnker del Hotel Libertador, elogió al expresidente Mauricio Macri por el llamado “Pacto de Acassuso”. Al día siguiente volvió a comunicarse con él para agradecerle el respaldo que brindó durante la crisis cambiaria previa a la elección.
Ese acercamiento tuvo continuidad días más tarde, con un encuentro a puertas cerradas en Olivos. Aunque Macri cuestionó luego los cambios en el Gabinete, en la Casa Rosada evitaron escalar el conflicto.
Otro punto de inflexión fue el reencuentro con Jorge Macri, a quien Milei había acusado meses atrás de “traidor”. En la cumbre de gobernadores de la semana pasada, el Presidente dio por superado aquel episodio y retomó el diálogo con el jefe de Gobierno porteño.
Villarruel, el vínculo que no se recompone
A diferencia de otros casos, el entorno presidencial descarta cualquier posibilidad de recomposición con Victoria Villarruel. Según expresaron fuentes oficiales, la vice mantiene una relación conflictiva con todo el Poder Ejecutivo.
Un funcionario fue tajante ante Noticias Argentinas:
“Victoria intenta voltearnos para asumir y fue una traidora desde principios de 2023 sin importarle el futuro de los argentinos de bien.”
En el oficialismo aseguran que Villarruel busca posicionarse para suceder a Milei y recuerdan episodios que tensaron la relación, como cuando el Presidente la calificó de “bruta traidora” durante un acto en Córdoba, acusándola de haber avalado una ampliación presupuestaria.
Más recientemente, la vicepresidenta protagonizó una intensa actividad en redes sociales, dándole “me gusta” a comentarios que la promovían como candidata presidencial para 2027. Ese gesto generó ironías en el oficialismo:
“¿En serio le dio like a eso? ¡Qué sorpresa!”, comentaron desde la mesa chica del Presidente.
Villarruel también publicó mensajes críticos hacia la gestión y hacia Karina Milei, afirmando que no es “servil” y que no incurrió en ninguna traición.
La ruptura quedó simbolizada hace una semana, cuando ambos dejaron de seguirse en Instagram. La situación se agravó luego de que el cineasta libertario Santiago Oria la acusara de haber pedido el cierre de la escuela donde votó el 26 de octubre.
El Senado, el nuevo foco de poder
Pese al conflicto, en el Gobierno aseguran que la interna no afecta la estrategia legislativa. Con la llegada de Patricia Bullrich al Senado como jefa del bloque de La Libertad Avanza, esperan ordenar la Cámara alta.
Un dirigente del oficialismo lo resumió sin rodeos:
“Vicky no existe más. Su final será Pato en el Senado enloqueciéndola.”
Así, mientras Milei intenta construir una red de alianzas para su segundo tramo de gobierno, la relación con su vicepresidenta ya es considerada un capítulo cerrado dentro del oficialismo.