Un exintegrante de la Policía Federal Argentina fue detenido e indagado por el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°11, acusado de hacerse pasar por el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Daniel Petrone, para gestionar traslados de efectivos de la Policía de Corrientes a cambio de dinero.
La investigación, encabezada por el fiscal Franco Picardi, comenzó a fines de septiembre de 2025, luego de que el propio juez Petrone denunciara la maniobra tras ser advertido por su par de Paso de los Libres, Gustavo Fresneda.
Según la causa, el impostor se comunicó con el magistrado correntino a través de llamadas y mensajes de WhatsApp, utilizando la foto de perfil del verdadero camarista. En los mensajes, el falso Petrone ofrecía su “influencia” para interceder en cuestiones judiciales y policiales, e incluso llegó a amenazar con “cortar cabezas”, lo que despertó sospechas en Fresneda.
El objetivo del falso juez era intervenir en causas judiciales y tramitar traslados dentro de la fuerza policial a cambio de dinero. Las pruebas reunidas —incluidos audios de WhatsApp— demostraron que el acusado cobró $200.000 a un efectivo por su pase a otra dependencia y reclamaba $400.000 adicionales por la supuesta demora.
Una segunda maniobra, también vinculada a un policía correntino, fue frustrada antes de concretarse. En ese caso, el estafador había recibido $300.000, dinero que terminó en la cuenta de una mujer relacionada con él.
Durante las conversaciones, el expolicía llegó a afirmar que mantenía contacto directo con el gobernador de Corrientes, lo que reforzaba su falsa identidad ante las víctimas.
Tras tareas de rastreo y análisis de comunicaciones a cargo de la División Delitos Tecnológicos de la PFA, el teléfono fue geolocalizado en el barrio Bicentenario de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
En el allanamiento, los agentes secuestraron una pistola Bersa calibre .380 con municiones, sin la documentación correspondiente. El hombre fue detenido e indagado por usurpación de honores y tenencia ilegal de arma de fuego, aunque se negó a declarar y solo pidió disculpas por los “inconvenientes ocasionados”.